interindividualidades

Los anarquistas individualistas también proclamamos la solidaridad, la interrelación entre afines, el apoyo mutuo entre nosotros, la reciprocidad ¡claro que si! pero destacando "entre afines" en tanto tejemos nuestras interrelaciones sin el menor menoscabo y alteración de nuestras soberanas individualidades; rompemos ese estigma y esa tergiversación tendenciosa que respecto a nosotros se hace desde las bases anarquistas más reaccionarias y ortodoxas que niegan de un modo transigente y taxativamente la libertad individual subyugándola a la de la masa o la "humanidad" fantasma; si la masa no se "libera" (asunto que responde tantos juicios subjetivos) el Individuo no será libre de ningún modo; ese estigma se rompe en tanto y cuando los anarquistas individualistas o egoístas entrelazamos nuestras individualidades en pro de diversos intereses propios comunes; de hecho el propio Max Stirner,  en "El único y su propiedad" refiere a una alianza informal entre individuos como manera de afrontar diversas situaciones o circunstancias que hacen necesario la unidad entre individualidades como lo pueden ser "simplemente" el deleite y disfrute de placeres, Stirner describe una reunión de niños jugando a la pelota o un grupo de amigos felices en torno a unos vinos; a estos ejemplos "informales" Stirner los cita bajo el epígrafe de "uniones de egoístas" o si lo quieren con unas connotaciones más ""formales""  la "Unión de Egoístas" pues son individuos que sacian su ego, su sentimiento egoísta esta cubierto de esta forma; pero además de estas informalidades de carácter lúdicas o festivas también existen tantísimos casos en los que los individualistas (que no viven aislados en espesos bosques ni habitan en profundas grutas, y que también tienen familiares, amistades y entornos sociales) pueden estrechar lazos e interrelacionarse incluso con no afines, con no individualistas como son motivos asociacionales, laborales o de cualquier otra índole; por ejemplo, el individualista que reside en un barrio afectado por el fuerte hedor de un vertedero cercano es, ante todo,  un ser humano que no puede obviar un asunto de este cariz, es algo intrínseco y axiomático a su condición de vecino y habitante en una área residencial, al individualista en su condición de vecino también le penetran los fuertes olores que emanan de ello ; el anarquista individualista es consciente de que poco puede hacer por sí mismo ante una un asunto de tan tamaña complejidad, por lo que, es consciente de que necesita "estratégicamente" la unión con "afines" (circunstanciales y "egoístas" aun que no se auto reconsideren y auto reconozcan como tales), conjuntar y entrelazar fuerzas, herramientas circunstanciales para hacer frente a dicho vertedero, manifestaciones, recogidas de firmas y demás herramientas imprescindibles con las que procederán, en este caso, todos los afectados de el área circundante al vertedero. En este caso, el individualista concluirá su vinculación "estratégica", temporal y con motivo de "obra y servicio" (como los contratos de trabajo precarios y temporales) en el mismo momento en que se hayan conseguido los objetivos previstos luchados (desmantelamiento del vertedero , emplazamiento a otro lugar u otros); en este caso e incluso la misma asociación puede presentar su misma disolución al carecer ya de su motivo fundacional que era obviamente un objetivo preciso y determinado y por ende todos los individuos regresarían iposo facto a la cotidianeidad de sus vidas vencido este problema que les afectaba a cada cual y a todos por igual.
Los anarquistas individualistas  somos seres conscientes de esta tipología de alianzas circunstanciales por diversos y circunstanciales intereses; pero, como en el párrafo anterior decía, igualmente sabemos muy bien que, como en el caso del ejemplo del vertedero, nada más concluir los motivos que nos llevaron a hacerlo, concluiremos también nuestra vinculación asociacional; inclusive una agrupación sindicalista no escapa tampoco a la "afiliación" del anarco individualista pues es consciente de que en su puesto de trabajo está severamente expuestos, como todos los demás trabajadores a cualquier abuso por parte del patrón, por lo que entiende que debe unificar su unicidad para forjar fuerza con otros trabajadores; en este caso, al igual que con el del vertedero, el anarquista individualista suma su singularidad a la de tantos pero de una manera egoísta y estratégica, y en el momento en que cese su vinculación laboral también quedará cancelada su unión con sus circunstancialmente "semejantes", el anarquista individualista entiende, asume y se implica por su propio interés, por propio interés egoísta, en este tipo de causas determinadas y en las que se va con la misma libertad que con la que se sumó a ellas; esta es la diferencia tan grande entre la integración del individualista  en una asociación, sindicato etc por propio interés y por el otro lado la pertenencia  de una manera preceptiva a una sociedad reglada basada en unos fundamentos inalterables e imperativos  como pueden ser el estado pero también la comunidad o la asamblea en la que se es diluido en un "todo en uno" y en la cual el criterio debe ser el criterio de la organización o de la alzada mayoría; quien se pronuncia lo hace reproduciendo mismas fraseologías y mismos eslóganes de panfleto sujetos con pinzas.

El individualista anarquista siempre subyace y actúa desde su Yo inherente, por si y para mismo, ese será su objetivo y esa siempre será su única implicación, si pretende, se alía, alinea...será por beneficio egoísta, el anarquista individualista también quiere, ama, desea y necesita...lo que le reporta una felicidad y emocionalidad propia, si se implica en proyectos sociales o de cualquier otra índole,  más allá de las vinculaciones estratégicas antes citadas,  será por la satisfacción interior que le dará hacerlo, que tire la primera piedra; el no-anarquico individualista que no afronte la cotidianidad de sus vidas con pretensiones y espíritu egoísta, ya sea de manera, o no, consciente.  Nadie lanzaría piedras, si obtuviesen o no  conciencia de ello.

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