El anarquista de nadie, individualista de lo propio


El anarquismo no es potestad de nadie, nadie tiene la portavocía, el anarquismo puede tener referentes, influyentes pero nunca líderes. gurús o sultanes, ni estructuras, carnets o "afiliados", no rinde pleitesías , no hace genuflexiones ni reverencias  la anarquía es rica, policromática, global pero no globalista, es de cada cual, propia,  su propia naturaleza intrínseca la hace individual pues la anarquía emana y vive como cada cual la elige, siente y disfruta, cada anarquista siente y padece como tal, cada anarquista elegirá los métodos, formas y medios que considere propicios y apropiados en el desempeño de su labor, de su agitación y si quiere, de su "proselitismo" y sólo a ello se atañe y rinde cuentas, el anarquista individualista, igualmente, considerará sus maneras, formas, su metodología, satisfará su sed de conocimiento, su auto-formación y con ello se dará por saciado o, procederá a la expansión de su ideal aunque sea consciente de navegar como un buque en deriva a contracorriente, sabiéndose de antemano y por anticipado no llegar a siquiera una decena de "despiertos", pero esto no será en absoluto alguno  óbice para el anarquista individualista, pues este es consciente de que es prácticamente considerado como un elemento refractario e invasor, ya no en la sociedad en si...sino entre un amplio espectro de la "sociedad" anarquista, necesariamente entrecomillando por el claro axioma en el oxímoron de la palabra, aunque existan ("haberlos haylos" que dice el popular refrán gallego) anarquistas que lléguense a sentir con el ceño fruncido por estas mismas comillas; y más que invasor la terminología correcta sería la de "extranjero"; el anarquista individualista en su intrínseca condición ya se siente como un extranjero, como alguien "equivocado" de tiempo, alguien que ha "errado" en su fecha de ingreso al planeta y se siente ajeno y en otra "norma" de funcionamiento en el seno de lo social; todo le es extraño para el anarquista individualista, si hace de agitador no será para dar ningún sermón, quizás llegué a diez personas, quizás a tres o cuatro, es probable que a ninguna, pero comulgará con la satisfacción y felicidad propia que le dará el hacerlo, son muchos lugares en los que se sentirá como si estuviese cumpliendo una condena, el centro de de trabajo es un ejemplo paradigmático real de ello; el individualista anárquico sabe, es lógico consciente, de que, en el más que hipotético caso de laborar para una fábrica, debe desprenderse de su vestimenta actual, esa con la que marca su personalidad y con la que procura fijar una distinción lo más posible distante de la masa y portar un uniforme amorfo que le "iguala" al resto de "semejantes" de la cadena de producción, durante un espacio de unas ocho horas diarias de promedio debe tener el "estómago" y la templanza de soportar a una serie de patosos e indigestos personales que le "acompañarán" en la "celda" a la que le asignarán (por ejemplo línea 6 de producción o muelle 8 de carga y descarga), gentes plenamente asumibles dentro de la decadente masa humana, todos con los mismos gustos, aficiones, las mismas estúpidas y banales conversaciones, inclusive fans de los mismos gustos musicales y hasta "portadores" de los mismos tipos de tatuajes; puede haber siempre, "haberlos haylos" retrayéndonos al citado refrán gallego, seres que puedan romper la regla de las excepciones y ser puros descubrimientos que sobresalgan de la norma social, puede llegar al caso de que merezcan la amistad por parte del anarquista individualista y pulir una buena amistad ya que ante todo el individualista anarquista es un buen conversador y siempre tiene ganas y predisposición para divagar en interesantes charlas y entablar conversaciones profundas. En todo caso el anarquista individualista y en seguimiento de una propia estrategia inteligente de "defensa", será pragmático y tratará de hacer liviano el transcurso de la jornada aunque sin excederse en lo que no le corresponde como Individuo único y soberano que es; esto se traduce en que el anárquico individualista nunca se encontrará entre los pelotas, los trepas, los graciosos de chistes baratos y machistas o "los herederos de la empresa". El anarquista individualista no se auto-recluye, no es indigno, no lleva una vida infame, no vive para sí mismo aunque si prioriza sobre si mismo, no es un huraño cavernario, el anarquista individualista como yo lo soy, vivo y experimento es único en su especie, esto no significa que se sea más ni tampoco menos que nadie sino "único" en su más estricta condición, es un ser con una determinada y reducida concepción de lo social, su concepción, el prefiere decir social o asociacional que "sociedad" porque la sociedad es lo que impone reglas, normativas y es vinculante necesaria y preceptiva sobre el; el anarquista individualista decide, selecciona y considera o reconsidera quienes forman esa parte de su pequeño e irreductible e infranqueable circulo social, quienes son parte importante en su vida personal, quienes están (y estar el) en las situaciones y circunstancias favorables y desfavorables, alegrías y tristezas...y esta es su pareja, son sus familiares más cercanos incluyendo tanto sanguíneos como "familia política; pero, no necesariamente para el anarquista individualista un ser cercano lo es por portar su apellido o gota de sangre, pues si al individuo anárquico hay personas que detesta o "no le cuadran" no van a ser considerados como parte de su vida y de hecho pudieran ser repudiados y/o rechazados de manera taxativa si es preciso, por muy apellidos o "sangre de su sangre" que puedan tener, nadie de estos van a compartir nunca con el una mesa familiar porque antes que esto el individualista "desertaría" de esta reunión; este es el concepto de familia del anarquista individualista.

En otros aspectos de lo social, el anarquista individualista claro que podrá unirse, afiliarse e incluso formar parte de comités organizativos en aquellos grupos, colectivos en los que tenga un interés personal en hacerlo, proyectos amenazantes de talas de árboles centenarios en el parque del barrio, denuncia de los vertidos contaminantes en ese río que pasa cerca de casa o simplemente asociaciones con fines lúdicos, recreativos...son asuntos que "como todo hijo de vecino" afectan al anarquista individualista y quien, interesado como el que más en frenar esa tala o en que no viertan de mierda ese río, considerará su unión determinada y circunstancial a otras individualidades para forjar fuerzas con este "frente común"...pero de una manera temporal con el tiempo determinado en el que se logren las conquistas de los objetivos, momento en el que el individualista anarquista regresará al discurrir de sus "que haceres".

Los anarquistas socializados más monacales, esos que bañan con agua bendita las lecturas sagradas de Bakunin, Proudhon, Malatesta o Kropotkin,  vilipendiarán al individualismo atribuyéndole todos los males padecidos ya sean por situaciones meramente circunstanciales como por fracasos personales e incluso de índole colectivo y todo ello en el marco de una muy peculiar y simplista conceptualización y caricaturización del individualismo como algo burgués, reaccionario, perverso, despiadado, que "vende a su madre"...entre otros tan desarrollados y productivos epítetos; es todo fruto de una tendenciosa y pretenciosa "ignorancia" entre quienes hacen del anarquismo fuente de una doctrina, no sea crean "únicos" o "únicas"...mucho tiempo atrás ya un tal Luigi Fabbri decía (les dejo en "herencia") que había "desviaciones de la doctrina anarquista" en una clara entelequia autoritaria ; yo, ante esto, prefiero quedarme y me quedo con este fragmento pronunciado por el histórico Miguel Gimenez Igualada, nacido en una población de Cuenca llamada Iniesta, traductor en castellano de Max Stirner y que dice...

"...Es necesario que creemos y recreemos todos los días conceptos anárquicos, porque por esa creación y recreación permanente será posible que la anarquía nazca en nosotros también todos los días, manteniéndola así en todo su frescor, ya que anarquía es hija y no madre nuestra, producto de nuestro cerebro y de nuestro corazón, suma de nuestras virtudes, compendio claro y preciso de lo que dan nuestras personas, siendo mejor y más limpia cuanto mejores y más dignos seamos nosotros."

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